martes, 19 de abril de 2011

Más señales positivas


MIAMI -- Uno pensaría que el Miami Heat no puede hacer nada en silencio. Simplemente no está en la naturaleza de su ciudad y menos en la personalidad de sus estrellas. Pero de alguna manera se las arreglaron para caer bajo el radar, al menos lo más bajo posible para uno de los equipos de más alto perfil en el mundo.

Hubo mucha atención en torno a su posicionamiento de playoffs, a su cerrador ofensivo y en quién podría ser su cuarto centro. Mientras tanto, durante las últimas seis semanas el Heat se dedicó a pilotar forjando roles, refinando rotaciones y fomentando la confianza.

El Heat ya no sólo habla como un contendiente serio, sino que realmente lo luce.

El lunes aplastaron a los Philadelpha 76ers 94-73 para tomar una ventaja de 2-0 en la serie y convertirse en el primer contendiente en imponer su voluntad durante los primeros compases de la postemporada. Desde las lágrimas que se derramaron en los vestidores durante una racha perdedora de cinco partidos a principios de marzo, el Heat se ha ido de 17-3 y con el correr de los días luce cada vez más impresionante.

Hay que reconocer que tienen sus defectos. Y los mismos podrían llegar a ser demasiado dañinos como para sobrevivir durante los próximos dos meses. Vencer a un equipo de .500 como los 76ers dos veces en casa en un lapso de tres días no es una hazaña de clase mundial.

Pero hay valor en lo que el Heat está haciendo, y su éxito reciente huele a "un pico en el momento adecuado". Hay muchos banderines colgados en estadios de todo el país que fueron ganados con menos talento del que tiene el Heat. Pero no muchos se ganaron sin química y unidad. Ahora, tras poco más de 200 días en la temporada, eso es lo que el Heat está mostrando.

"Puedes ver que los hombres están mucho más cómodos trabajando unos con otros; están jugando con mucha generosidad", comentó el entrenador de los Sixers, Doug Collins. "Si están en el pico de su juego, son un mejor equipo".

Eso fue un entrenador veterano y astuto con los medios simplemente siendo realista. Lo cierto es que el Heat en realidad es un muy buen equipo. Llevó tiempo que esto pasara de ser un eslogan a una realidad, pero lo cierto es que sucedió en algún momento durante esta seguidilla de partidos en las últimas semanas.

Tras mostrarse disconformes con su esfuerzo en el Juego 1 que los 76ers casi logran robar --LeBron James lo describió como un "juego de tanteo"-- el Heat regresó con fuerza en el Juego 2. Actuaron como un equipo que se sabía más fuerte empujando a un rival más débil. Esto puede sonar bastante básico, pero no es algo que el Heat siempre ha hecho de manera eficiente esta temporada.

De alguna manera, la primera jugada del partido te decía todo lo que necesitabas saber acerca del lugar en el que se encuentra el Heat en este momento. Chris Bosh pidió el balón en el poste y sin problemas metió un tiro de gancho en rotación. Así es como Bosh ha estado jugando por semanas, como si no tuviera ni una preocupación, y luciendo como si la excelencia en la postemporada fuera algo que ya había logrado antes -- hecho que no es así.

Bosh anotó 21 puntos y bajó 11 rebotes, otro doble-doble tras semanas de dobles-dobles para cerrar la temporada. Luego James y Dwyane Wade, quien estaba tan mal con un ataque de migraña el domingo que no comió por 24 horas y apenas salió de la cama, apalearon a los Sixers al tiempo de la bandera blanca.

"Nuestra confianza no está demasiado arriba ni demasiado abajo en este momento", dijo James, quien anotó 29 puntos. "Hicimos lo que se suponía que debíamos hacer en estos dos primeros partidos".

La defensa del Heat ha sido bastante sólida desde el campo de entrenamiento, más que nada porque no hay un balón en el medio. La ofensiva llevó mucho más tiempo, pero el Heat finalmente lo ha logrado. Todavía no están recibiendo mucho del banco --la reciente lesión de Mike Miller en el pulgar lo ha convertido en un no-factor en la serie, debilitando aún más la unidad-- pero el Heat ha moldeado lo que hace bien en un estilo confiable. James y Bosh tienen sus jugadas y sus momentos durante el partido en los que hacen el trabajo pesado. Wade siempre está iniciando ataques y cubriendo los agujeros.

Han aprendido dónde van a estar los demás y cómo reconstruir un sistema que no se parece demasiado de una semana a la otra. Con su nivel de talento global, esto ha ayudado a convertir al Heat en un conjunto difícil de manejar.

"Una cosa que veo en ellos es que sus espacios y su movimiento de balón han mejorado muchísimo durante el transcurso de la temporada", dijo Collins. "Han hecho un trabajo mucho mejor".

Lo mismo podría decirse de todo lo que el Heat ha estado haciendo.

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